Cómo resembrar un jardín de césped: guía paso a paso
¿Quieres un jardín de césped verde y saludable? ¡La resiembra es una excelente manera de reparar áreas dañadas y mejorar el aspecto general de tu césped!
Si tu objetivo es mantener tu jardín verde todo el año, tal como hacen los profesionales del cuidado del césped, es necesario que introduzcas en tus planes de mantenimiento la resiembra como parte fundamental del cuidado del jardín. Aprendiendo la manera y el periodo perfecto para realizarla, conseguirás que tu césped luzca en todo su esplendor.
La resiembra consiste en aportar semillas sobre un césped ya establecido, pudiendo ser de la misma especie o de otra complementaria que complete las carencias de la primera en sus épocas de latencia o menor crecimiento. Este proceso realizado correctamente, mantiene el césped en un estado de máxima calidad, lleno de vigor sin tener que iniciar una siembra cada año desde cero.
Pero, ¿cómo se resiembra un jardín de césped? Aquí tienes una guía paso a paso para que puedas obtener resultados óptimos:
Pasos clave para tener éxito al resembrar tu césped
Fija tu objetivo
Si tu objetivo es resembrar para de corregir las carencias que van surgiendo, tales como aumentar la densidad o reparar zonas en las que el césped no es capaz de establecerse, la resiembra no será tan eficaz. Los profesionales del sector anticipan estos problemas con la máxima de que, es más sencillo prevenir los problemas en el césped que repararlos una vez aparezcan.
La idea es no esperar a que el césped luzca marrón o que aparezcan zonas menos pobladas, si no conocer las variedades que utilizamos y entender sus ciclos de crecimiento o latencia; de tal manera que jardines con especies de clima cálido o C4, en las que el crecimiento se concentra en los meses más calurosos del año, necesitarán ser resembradas por variedades C3 o de clima templado, las cuales lucen más en temporadas más frías.
Elige el momento para resembrar
Este es uno de los pasos más importantes y que podría llevarse por delante toda la resiembra. Elegir un momento no adecuado para resembrar podría hacer que la semilla que sembráramos no germinara como esperábamos o que una vez germinada no sea capaz de establecerse.
Por lo tanto, pon atención a lo siguiente:
El mejor momento para resembrar con variedades del tipo C3, lo marcan las semanas finales del verano hasta principios de otoño, cuando dichas variedades crecen con mayor vigorosidad. El otro momento que podría plantearse para resembrar con variedades de clima templado, sería la primavera, aunque lo ideal para la correcta germinación no es fijar una fecha concreta, si no atender a los requisitos que requieren las semillas para germinar; temperatura cálida del suelo, humedad constante del mismo y una menor competencia con las malas hierbas en temporadas con temperaturas moderadas, serán indicadores clave para escoger el mejor momento para resembrar tu jardín.
Prepara el terreno
Lo primero que debes hacer es preparar el suelo para recibir las nuevas semillas. Corta el césped muy bajo y quita las malas hierbas. También puedes escarificar el suelo para eliminar la capa superior de hierba muerta y mejorar la germinación de las nuevas semillas.
La siega debe ser a una altura baja y homogénea (para asegurar una resiembra uniforme) y eliminando el exceso de recortes sobrante, de tal manera que las semillas nuevas que se aporten al terreno, estén en contacto con el mismo en todo momento y puedan recibir agua y luz solar. Tras la siega, rastrilla el suelo, preparándolo para recibir las semillas.
Corrige las carencias
Antes de realizar la resiembra en sí, si tienes disponibilidad para efectuar alguna prueba para identificar carencias del suelo, no la dejes pasar, es posible que tengas que utilizar algún tipo de mejorador del suelo.
Si no tienes acceso a dichas pruebas, suele ser suficiente con descompactar el suelo sobre el que se va a realizar la resiembra para que el aire, la humedad y las propias semillas puedan llegar a él.
Elige la especie y variedad de semilla adecuada
Hay diferentes tipos de semillas de césped disponibles para diferentes condiciones de clima y suelo. Asegúrate de elegir una semilla que sea adecuada para tu clima y el tipo de suelo que tienes en tu jardín. Esta guía te resultará de utilidad y si aun no lo tienes claro, ponte en contacto con nosotros y te asesoraremos.
Selecciona siempre semillas de calidad certificada. Para conseguir el mejor jardín de césped natural, hay muchos factores que intervienen en la ecuación del éxito, pero uno de ellos es partir de unas semillas de calidad que se adapten al clima y a las necesidades específicas en las que se van a sembrar.
Las semillas de última cosecha, aseguran porcentajes de germinación mucho más elevados que aquellas de años anteriores o las que no hayan sido conservadas correctamente. En el caso de las ofrecidas por Semillas Dalmau, siempre se trata de variedades certificadas de última cosecha con germinaciones superiores al 95%. Puedes repasar todo nuestro catálogo disponible en la tienda online.
Siembra las semillas
Utiliza las recomendaciones específicas de dosificación de cada variedad de semillas, que encontrarás en sus fichas de características o en su envase y, usando un esparcidor de césped o directamente a voleo para superficies más pequeñas, reparte sobre el terreno a resembrar de manera uniforme las semillas. Realiza el proceso en días sin viento para asegurar la distribución uniforme de las semillas. Si se trata de un área grande, es recomendable hacerlo en dos pasadas perpendiculares para asegurar una distribución uniforme.
Fertiliza las zonas resembradas
Tras haber esparcido las semillas por el terreno a resembrar, aporta un fertilizante alto en fosforo y con nitrógeno de los denominados starters, de tal manera que la semilla tenga a su disposición un terreno cargado de nutrientes que facilite su germinación y establecimiento. El fósforo ayuda al crecimiento y desarrollo de las raíces de la planta, mientras que el nitrógeno apoyará el crecimiento aéreo del césped.
Protege y mantén húmedo el terreno
Una vez que hayas sembrado las semillas, es importante protegerlas y mantenerlas húmedas para que germinen. Puedes cubrir el área sembrada con una capa delgada de tierra o turba y regar regularmente para mantener el suelo húmedo.
En toda siembra nueva o resiembra, es necesario que la semilla disponga de humedad constante para asegurar su germinación, por lo que será necesario hacer riegos ligeros y frecuentes al menos dos veces al día durante los primeros cuatro días. Tras este periodo, puede reducir el número de riegos diarios, aumentando la cantidad de agua aportada en cada riego, limitándose a un riego cada dos días durante una semana, evitado pisar las zonas resembradas hasta que el nuevo césped no se ha establecido por completo y ha adquirido la resistencia necesaria para soportar el paso.
Realiza el mantenimiento regular del jardín
Tras la germinación y establecimiento de la nueva semilla, puedes recuperar el mantenimiento de siegas, riegos y fertilización de tu plan general. Recuerda que un jardín con un mantenimiento constante está más preparado para combatir situaciones de estrés por temperaturas, enfermedades y uso.
Siguiendo estos pasos y consejos, podrás tener éxito al resembrar tu jardín de césped y disfrutar de un césped natural verde y saludable durante muchos años.
Resultados visibles
Como se puede comprobar en la fotografía inferior de nuestro campo de ensayos, en la que realizamos pruebas de resiembra sobre bermuda con distintas especies y variedades de semillas de césped, la grama permanece en estado de latencia con pérdida del color, mientras que el (en este caso) Lolium perenne crece sobre el Cynodon dactylon y reverdece el terreno, consiguiendo que la apariencia sea perfecta.
Cuando vuelvan las temperaturas altas, la variedad resembrada desaparecerá y la grama que permanecía en latencia reverdecerá fuertemente de nuevo.